Era la primera vez que nos hospedaríamos en este hotel de categoría moderate, a pesar que sabíamos que estaría en remodelación nos decantamos por este hotel, el Disney’s Caribbean Beach Resort. Alrededor de las 1:00 p.m. cruzamos con la camioneta tipo vans que habíamos alquilado días antes el letrero que nos daba la bienvenida, el cast member nos detuvo en la caseta como es de rutina y nos preguntó si teníamos reservación, le contestamos que sí y pasamos las magic bands, luego nos dio las instrucciones de cómo llegar al recién inaugurado Old Port Royale para anunciarnos y ver si teníamos suerte y nos daban la habitación antes de hora ya que no podíamos hacer el skip counter todavía y, bueno, nos dejó seguir, pasamos la barra de seguridad y entramos complejo adentro oficialmente, no había perdedero para llegar y la recepción estaba desierta, no había nadie haciendo check in, así pues nos atendieron a la primera, y como estábamos de suerte, nos iban a dar la habitación en 45 minutos mediante un email donde figuraría los datos de la habitación asignada. Mientras eso ocurría, nos fuimos justamente al lado donde se encontraba el Centertown Market a almorzar y les cuento que había varias opciones de comidas, las cuales podía pedirse personalmente ó se podía hacer desde la app de My Disney Experience, como teníamos tiempo, los niños se fueron a recorrer los alrededores y yo estaba experimentando el pedido por la app, super fácil y rápido, en menos de 15 minutos estábamos sentaditos almorzando cuando llegó el email, no había pasado ni 30 minutos y ya teníamos lista la habitación!!
Nos asignaron un bloque bastante cerca del Old Port Royal, casi enfrente estaba el estacionamiento y en planta baja como habíamos requerido ya que por tener que cargar un coche doble y este hotel no cuenta con elevadores, nos fue de lujo.
La habitación standard, doble cama queen, el baño un poco más amplio que los value y el bloque de edificio estaba ubicado cerca de la piscina y a la salida de la habitación había un pequeño patio con una fuente pequeña y unas sillas de concreto si querías salir a coger aire o simplemente sentarte a hacer nada…
Como estaba en proceso de remodelación en ese entonces, a unos pasos de nuestra habitación ubicaron una máquina dispensadora de refrescos, hielo y agua, por lo tanto si habíamos adquirido el plan de comidas y teníamos el mug se podía usar allí.
También doblando la esquina del bloque en una habitación habilitaron una especie de tienda de conveniencia donde se podía comprar algunas cosas básicas como medicinas y algo para picar hasta las 10:00 p.m.
A un minuto caminando de nuestra habitación estaba la piscina de nuestra sección y la lavandería, la cual utilizamos esa noche, sin colas. Bueno, mientras eso pasaba nos fuimos a disfrutar la noche sentados en las hamacas que hay enfrente del lago, una noche super fresca e iluminada a la luz de la luna, daban ganas de hacer camping…
En cuanto a la piscina central y el gift shop estaba un poco más de distancia pero muy razonable, como les había comentado, nos quedaba relativamente bien cerca, tanto que a la mañana siguiente llegamos caminando en 6 minutos, los niños estaban encantados, era inmensa y con toboganes, con decir que dieron las 3 de la tarde y no quería irse.
En conclusión, no dudaría en volver a hospedarme nuevamente en este hotel, y más aun sabiendo que ya está todo reformado y acondicionado al 100% para disfrute de todos los huéspedes. Y cabe mencionar que, a pesar que estaban remodelando no hubo ni ruidos de construcción ni gritos, todo funcionaba normalmente.